11 abril, 2009

¿QUÉ CRISIS?

Mi amigo Carlos, el economista marginal, con quien discutí hace poco sobre el tipo y alcance real de la crisis económica, ha concentrado sus esfuerzos blogísticos en dar algunas pistas para comprender la compleja maraña de relaciones que complotaron en el desplome del sistema. ¿Cómo leer la crisis y armarse un relato propio?, es la oferta de cabecera de su blog, el cual fue especialmente concebido para contribuir a socializar lecturas amigables para entender este denso tinglado. Un blog muy recomendable. Imprescindible, me atrevería.

Según la lectura del mismo (y pese a su visión apocalíptica), la crisis –en estricto rigor– tiene término. Por ello, y siguiendo la misión metablogofísica que se ha propuesto, su blog tiene fecha de caducidad, porque –también en estricto rigor– muere con la crisis.


¿Qué crisis? De ahí la pregunta que da origen a esta columna y de ahí mi deseo de precisar nomenclaturas, conceptos, taxonomías y otras casualidades para poder configurar un relato propio.


Convengamos que esta no es una crisis en el más amplio sentido. Que el sistema financiero, el orden, la mecánica en general está en crisis, sí por cierto. Pero que esta crisis compromete sólo a una parte de ese sistema, más precisamente a los que son en él, a diferencia de los que están en él, de manera pasiva.

De acuerdo, en ella –la crisis– están comprometidos verticalmente los intereses de aquellos que con sus culos bien adosados a enormes sillas de cuero reciben millonarios bonos tanto como los de aquellos que subsisten al día con trabajos precarios; de aquellos que compran bienes suntuarios en efectivo y de los que utilizan tarjetas plásticas para participar, también precariamente, de la ilusión que el mismo sistema promueve y con la que se reproduce. De aquellos cuyo patrimonio disminuye en algunos ceros y de los que ven cómo sus deudas se rebelan por sobre cualquier capacidad para abordarlas.

Pero esa es tan sólo una parte del sistema. ¿Que pasa con aquellos que viven con menos de 2 dólares, o 1 dólar, al día? ¿Pueden estar peor de lo que ya están?


Existen cerca de 3 mil millones, casi la mitad de la población mundial, en situación de pobreza. Esto, en tiempos de crisis, bonanza o estabilidad. 800 millones de personas en el mundo sufren de hambre y 24 mil mueren cada 24 horas directa o indirectamente por esa causa. Mientras 800 millones no tienen que comer, 600 millones, esto es 10% de la humanidad, tiene en su poder 85% de la riqueza mundial, en contraste al 1% con que subsisten aquellos 3 mil millones.


Claro, la pobreza en términos absolutos ha disminuido en el último medio siglo. Sin embargo, la curva de Gini muestra que en los últimos 20 años, tras las reformas impulsadas por el “tío Milti” y otros popes de la curia neoliberal desde los 80’s, la brecha entre ricos y pobres a nivel mundial ha aumentado monstruosamente.

De las muertes por hambruna, las producidas por desnutrición crónica, esto es, hambre que no es consecuencia de guerras interestatales, desastres naturales o colapsos financieros, sino por efecto de la condición natural del sistema, son las más comunes.

¿Acaso el sistema, incapaz de cubrir las necesidades más básicas de la mitad de la población mundial, no está en crisis permanentemente?


Le pedí a Carlos una interpretación a partir de la mirada fría del economista de gomina y zapatos bien lustrados (que, aclaro, él no representa), al margen de todo alcance moral y eximiéndolo de cualquier tipo de responsabilidad sobre sus palabras. Luego del trance, su visión de medium arrojó lo siguiente: alimentas a los que mueren, les das las herramientas para que accedan al sistema como sujetos activos y éste colapsa porque, sencillamente tal cual está diseñado, en él no caben todos.


He ahí una clave: la escasez. Gran concepto, el corazón, piedra angular del sistema. A partir de ese principio es posible justificar el por qué la gente se muere de hambre, mientras simultáneamente algunos pocos concentran enormes fortunas o por qué en África subsahariana gran parte de la gente está desnutrida, mientras que en Estados Unidos 65% de la población tiene sobrepeso.


Frente a esas evidentes contradicciones, suelen proliferar explicaciones o lecturas bastante convincentes. El problema es que la mayoría son puramente endogámicas y se han repetido invariablemente desde los tiempos de Malthus y Ricardo. Y así, a partir del convencimiento de que la humanidad está condenada por el principio incorregible de la escasez, se sigue masticando el mismo chicle sin sabor.


¿Por qué nos machacan una y otra vez con ese fatum cuando existen incuestionables y patológicos problemas de distribución?, ¿es normal que la escasez haga que el hambre por más que sea deliberadamente presentado y percibido como una tragedia, siga siendo una condición natural del sistema, el saldo negativo de una ecuación matemática?


Lo cierto es que esta crisis, de origen inmobiliario, es la crisis de un parte de la población, de aquella que participa activamente del sistema (y los reales o serios afectados, a su vez, una parte de esa parte de la población), y no de aquellos que lo padecen. El sistema está en constante crisis o es un sistema crítico, como se quiera. La de ahora, es una crisis dentro de otra mayor, permanente y de bajo perfil, de muertes lentas, silenciosas y funcionales.


Si –en estricto rigor– el blog de Carlos hace simbiosis con lo que yo entiendo por crisis, su fecha de vencimiento está infinitamente más lejos que la extinción de su mismo autor.




6 comentarios:

Juan Carlos Santa Cruz Grau dijo...

Te dejo una libre interpretación ... casi un cuento.

Esta es una crisis del capitalismo, es una crisis de carácter financiero de un modelo de desarrollo capitalista específico ... no es la crisis económica de la humanidad. Creo.

En el desarrollo del capitalismo siempre se ha jugado con la idea de "pocas cosas" para mucha gente ... y así le damos un valor agregado (que no posee intrínsecamente) a las pocas cosas, y podemos "capitalizar" más.

Siglos atrás vivían todos en Europa los "pocos" (con dinero) y los "muchos" (muertos de hambre) del capitalismo (porque éste solo existía aquí)...

En la segunda mitad del siglo XX, ya casi no existían pobres en Europa (millones de ellos habían sido mandados a Sudamérica, Estados Unidos, Australia, o Africa) ...

No existían más pobres, porque el capitalismo se había expandido a los 4 rincones del globo (extraña la idea de una esfera con rincones), en esta expansión había multiplicado el capital, había hecho crecer los "pocos" (ese 10% o 15%) a casi todos los europeos (los occidentales al menos) y la mayoría de los gringos (y cantidades variables en el resto del mundo) ... multiplicando de paso a los "otros" (los muertos de hambres) a niveles altísimos, alcanzandos a miles de millones de personas repartidos en lo que llamaron "el 3 Mundo".

En los últimos siglos se redujo la pobreza europea, porque se creo la pobreza africana, latinoamericana, y asiática. Luego, el capitalismo empieza a crear fortunas en el tercer mundo, expandiendo economías y pequeñas elites locales ... en los 80 y 90 (las los tigres asiáticos, las "economías emergentes") ... y wow, sorpresa, comenzó a re-aparacer la pobreza en Europa (escondida por los estados y la CE, con susbsidios varios, e inventando nuevas fórmulas de capitalización, más o menos volátiles) ... hoy ya es evidente, los "vagabundos" (homeless, barboni), no se pueden esconder más.

En Italia por ejemplo, en comunas como Nápoles 1 cada 4 habitantes es considerado pobre; y regiones como Sicilia o Calabria, tienen un PIB per capita similar al de países como Chile ...

Se comienzan a ver tomas de terrenos, y pequeñas poblaciones callampas en Roma; pero claro, se tiende a decir, que estos pobres son los "inmigrantes" (aquellos pobres producidos por el capitalismo en otras latitudes), olvidando que, aun siendo cierto (y no lo es) ... el 60% de las familias italianas tiene dificultad para llegar a fin de mes sin deudas, y los "jóvenes" viven con sus padres hasta pasados los 30 años ... porque es económica inviable independizarse.

Podría continuar ... mencionando miles de despidos en Gran Bretaña (ni hablar de EE.UU.), o en España ... pero prefiero cerrar con una frase dicha por un amigo con respecto a la crisis: "estabamos hasta el cuello antes, estamos cagados ahora, y lo estaremos en el futuro", con o sin "crisis" (sin siquiera entrar a pensar, en sitios como Darfur)

cuerpodemujer dijo...

“Limpiaré los suburbios con mangueras a presión…contra la escoria de la clase baja”

Cae de cajón ¿no?...
Quién sino un aristócrata y esteta de la política?
Nicolas Paul Stéphane Sarkozy de Nagy-Bocsa

Unknown dijo...

cuerpodemujer dijo...
Sí, la dijo el 2005 y lo recuerdo porque era mi cumpleaños ... mi francés es nulo (por no usar eufemismos) así es que la traducción simultánea se agradece.
Dejare mi post en tu post... ¿así se dice?

16 de abril de 2009 21:46


Alberto dijo...
"lárgate (jódete) pobre imbécil"...

Corres por la once completa, aunque no te conozco, por lo que no sé si te gusta el pan con palta.

17 de abril de 2009 9:37

cuerpodemujer dijo...

pan con palta,
con tomate,
con mantequilla,
con mermelada,
con huevo revuelto...
la once es siempre un buen pretexto.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Hay un artículo de Bauman titulado "Los residuos del progreso económico" donde explica como el sistema genera sus desechos.

Plantea que cuando en Europa los excluídos ya no podían estar -se hicieron inagualtables para los que controlaban la riqueza- se propicio la emigración, entonces los residuos fueron a parar a otros "rincones".

Flo dijo...

1) Velochet... perdon, Pinochet!
2) Juan Carlos I... Que no es Presidente!
3) Silvio Berlusconi
4) Bush... What else?
5) Fidel Castro. RIP.
6) Facil! Mi querido Presidente...
7) Hugo Chavez.

Ahora que si, palta con pan y un jugo de chirimoya directamente en Marueccos! Youpi!