19 enero, 2010

CONSTRUYENDO OPOSICIÓN / PASO 1: GO HOME

Señor Frei, como diría su contendor, así es la democracia. Usted lo entendió y rápidamente –con una humildad que paradojalmente su coalición no ha tenido durante los últimos años– reconoció la derrota. Antes que se encierre en sus labores legislativas y otros pasatiempos, quisiera decirle algunas cosas.

En una primera instancia, usted no fue elegido, sino más bien ungido por el dedo acabronado de unos pocos y en medio de una pugna de egos inédita en la historia de Chile. La democracia, a toda escala, supone cierta cuota de libertad y aquí lo que hubo fueron codazos y presiones de los capos de su coalición –con un breve montaje de por medio– para proclamarlo como el representante del progresismo. Señor Frei, estoy seguro que usted no entiende a cabalidad el concepto de progresismo, le incomoda, y eso por una razón fundamental: usted es demócrata cristiano. Es como se dice en chileno pedirle peras al olmo. De ahí, todo mal para adelante.

Su candidatura se construyó desde el otro. Sus brillantes asesores jugaron a ganador bajo la convicción de que explotando las heridas del presidente empresario el trabajo estaba hecho. Usted fue un pretendiente de ideas pobres que acomodó su candidatura al movimiento serpenteante del peoplemeter. Se colgó eslóganes variopintos para capitalizar lo ajeno: Allende, Bachelet, Progresismo, Píldora, Renovación… No. Las cosas no se hacen así. Los eslóganes funcionan para vender bebidas, jabones, yogures, no para formular ideas, menos proyectos políticos. El suyo nunca cuajó. Si en algo tuvo razón el incipiente meísmo fue en remarcar su condición de candidato del pasado.

A quienes creemos en el rol imprescindible del Estado en lo que compete a derechos fundamentales, a quienes no nos convence el concepto de individualismo, de interés personal, de (omni) competencia, de mercado autorregulado, de puerta giratoria, de seguridad ciudadana, de alternancia porque sí, de “unidad nacional” –que parece no ser más que un “arreglín” cupular– y otros tantos más, usted y sus camaradas nos dejaron sin piso.

Le propongo –a ver si puede transmitírselo a sus colegas– que la refundación de la “oposición” no se haga en torno al re-nacimiento de la Concertación. La Concertación, tal cual la conocemos, no da para más. Partidos como el suyo, debieran desaparecer del mapa político o al menos tomar el carril que le corresponde a un partido cuya base es la indefinición, ahí al medio, en la tibieza de un sol que calienta poco. No sólo se trata de que los viejos y mañosos barones –Camilo, Pepe, Juan Carlos y tantos más– se vayan para la casa, sino de hacer una purga profunda que limpie y termine por enterrar todo lo anacrónico que ustedes han instalado en esta vieja y pesada estructura.

Cuando dicen que salieron por la puerta ancha –personalmente creo que Bachelet y otros pocos tienen manga para decirlo– se olvidaron de mencionar que lo hicieron de hombros caídos, fatigados por el poder tras una evidente y patética desesperación por perderlo. Fuere cual fuere la puerta de salida, un buen modo de servir al país es que –en lo que viene– se queden allí, a orillas de la playa donde la ola los botó. Ah, y de paso, llévense a Navia.


4 comentarios:

Citizen Almeida dijo...

se hace evidente que no podemos seguir dejándonos representar por los mismos, y la oposición a los acuerdos con Piñera.

Salú

Anónimo dijo...

Bueno, muy bueno,

Srta Bretonia. dijo...

Ahora para los que no somos de ese 51 y fracción porciento, queda la imperiosa misión de organizarnos, extender nuestras redes social-comunitarias, publicar y denunciar.
A su vez, agradecer por todos aquellos que se van para la casa por una puerta que a todas luces no es tan ancha.

La Cata dijo...

Ya pero y ahora qué!, no si yo me siento huérfana, sola, más perdida que el Teniente Bello. Estoy furiosa con la Concertación, y que más encima ahora son todos mejores amigos, qué es eso!!! "Un Estado Democrático Libre y Tolerante" dijo Frei. Bachelet invitando a almorzar a Piñera a Caburga, Lagos llamándolo para felicitarlo y así. Ahora resulta que no era tan malo y trabajarán "juntos" por un "Chile Mejor". ¿Seré una mala perdedora? Tal vez, me da lo mismo.
Todo me suena cuento viejo, porque ya se pudrió. Estoy desilusionada, me siento en una patria sin narrativa, donde la mayoría de sus ciudadanos fueron capaces de elegir libremente, un gobierno sin un proyecto país, donde el bien común es lo último que importa. Hay que estar muy mal para llegar a eso o no? Y ni hablar de los ineptos que fueron incapaces de justamente convencer a la mayoría de que ellos debían seguir gobernando. Por favor, eso era imposible, con un Frei incómodo por no tener corbata, una coalición que se fraccionó en el camino y unas peleas internas más charchas que Reality de Yingo. ¿Salud?, ¿Educación?, ¿Igualdad de oportunidades? Ah sí, de repente se acordaban de estos temas y lo solucionaban con un “Educación Igualitaria para todos”, “Construcción de 14 mil hospitales públicos”. Nos subestimaron. Y eso también me enoja profundamente.
No seré oposición de nada, no me quiero unir en contra de nada, no quiero denunciar a nadie. ¿O acaso no sabemos que Piñera va a privatizar Codelco? ¿O que intentará hacer un Estado Policial para "detener la puerta giratoria"?, si por eso no voté por él!!!!!
Estoy furiosa.